El supertren de Oriente llegó felizmente a su destino

¡¡Vaya día!!, sólo los/las que estuvimos allí lo pudimos vivir, los/las demás os lo tenéis que imaginar.

Para empezar, mucho sol. Ya de camino nos sobraba la ropa, y a pesar de llevar algo más de una hora andando no estábamos cansados/as.

En el parque unas pocas personas paseando a sus perros, algún que otro niño/a y el restos para nosotros/as. Unas campas enormes donde empezamos a jugar. 3º y 4º por un lado y 5º y 6º por otro. Y los monitores/as de un lado a otro para jugar con los dos grupos.

Teníamos ganas de jugar, pero también nuestros estómagos gritaban ¡tengo hambre!, así que después de jugar un rato, nos pusimos a comer. La comida voló, visto y no visto. ¡Mamá-papá, qué bien se come en el campo, con los amigos y amigas!.

Después de comer... ¡claro, más juegos!. Risas, gritos de alegría, diversión... sólo tenéis que ver las fotos y nuestras caras; ¡lo dicen todo!.

La vuelta fue otra aventura, todo Jues nos montamos en el bus, ¡qué espectáculo!. A la gente se le iluminaba la cara al ver tanto niño/a. Y al final, lo papás y mamás esperándonos. También sus caras se iluminaban.

¡Qué divertido, es una gozada ir con Jues de excursión!

No hago más que pensar en la siguiente salida del 7 y 8 de noviembre, además ¡es una acampada! ¡dos días y dormimos en un albergue!.

Estoy pensando en invitar a mis amigos y amigas que no han venido a ir a Jues, ¡lo pasamos genial!.

PD. En breve cuelgo una fotos ¡Ya veréis que guay!.